En junio de 1812, mientras la 6ª División británica asediaba los fuertes defendidos por los franceses en Salamanca, se producían una serie de maniobras y contramaniobras de los dos ejércitos. El día 19 Lord Wellington se dirigió hacia el norte con el grueso de su ejército, en dirección a las alturas situadas sobre el pueblo de San Cristóbal de la Cuesta, a unos seis kilómetros de la capital. Ésta era una posición que le permitía extender sus líneas desde el mismo pueblo de San Cristóbal de la Cuesta hasta el río Tormes en Cabrerizos, donde se situaba su flanco derecho. El 22 de junio, al amanecer, tropas de infantería aliada atacaron a los soldados franceses que estaban posicionados en una loma sobre el pueblo de Moriscos. La pequeña fuerza aliada sufrió cincuenta bajas al desalojar a los franceses de la loma sin que se produjera ningún contraataque francés. Los imperiales simplemente se retiraron a unos cuarenta metros detrás de Moriscos. Esa noche, Marmont se retiró con su ejército hacia Aldearrubia y, tras la caída de los fuertes de Salamanca, el 27 de junio, hacia la línea Duero, en busca de víveres y refuerzos de caballería, pasando la primera quincena de julio el ejército francés en la orilla norte de este río y el aliado en la sur.