El 23 de julio de 1812 el ejército francés, que había sufrido una estrepitosa derrota en la batalla de Los Arapiles, se retiraba por el puente de Alba de Tormes en dirección a Peñaranda. A pocos kilómetros de Alba, en la localidad de Garcihernández, la caballería de la King’s German Legion alcanzó a los extenuados regimientos franceses que marchaban en la retaguardia. La infantería francesa formó en cuadro para defenderse de los embates de la caballería enemiga. Esta fue una de las pocas ocasiones durante las guerras napoleónicas en las que la caballería pudo romper un cuadro de infantería y, por eso, cien años después, durante la Primera Guerra Mundial, unidades de caballería alemana lucían en las placas que adornaban sus cascos el “honor de batalla” de “Garcihernández”.